Cuando los adolescentes sienten que pueden hablar con sus padres, es menos probable que se arriesguen a la promiscuidad, las drogas y la violencia. Hablar no es sermonear y esta clase fortalecerá sus habilidades para escuchar y hablar de maneras que ayudarán a proteger a su hijo adolescente y tal vez incluso a salvarlo a usted de perder la cordura.
Cuando los adolescentes sienten que pueden hablar con sus padres, es menos probable que se arriesguen a la promiscuidad, las drogas y la violencia. Hablar no es sermonear y esta clase fortalecerá sus habilidades para escuchar y hablar de maneras que ayudarán a proteger a su hijo adolescente y tal vez incluso a salvarlo a usted de perder la cordura.